jueves, 2 de junio de 2011

Performance o Arte de acción

Por Giusseppe Domínguez

Performance (en inglés, ‘representación’), consiste en una práctica artística que consiste en “representar”o llevar a cabo (generalmente ante un público y en directo) una obra de arte, es decir, considerar simplemente el evento que constituye esta representación como una creación en sí misma.
Entendida de este modo, una performance, puede ser infinidad de cosas en función de cuál sea el acto que se realice. Así, se ha generado lo que se conoce como performance-danza, performance-teatro, performance-plástica, etc, según haga hincapié respectivamente en la representación de una danza, un evento teatral o una creación plástica, pictórica o escultórica. Todas estas categorías, sin embargo, comparten como base el adjudicar una mayor importancia a la realización que a lo realizado.
Hay quien insiste en diferenciar entre performance y happening (en inglés, suceso), remarcando, en el segundo caso, la exigencia de participación activa del público. El desarrollo de un happening o evento está planificado por el artista en sus líneas básicas, pero lo demás está condicionado por la propia situación y se halla a merced tanto del comportamiento espontáneo de los actores como del azar, pretendiendo eliminar o reducir las fronteras entre el arte y la vida cotidiana.
Otras prácticas, como la poesía, ha ido acercándose al terreno escénico o performativo, explorando en las distintas dimensiones que puede adquirir un poema reivindicando la compenetración mutua del arte y la literatura y concluyendo por liquidar fronteras (público / artista, arte / vida) y abolir la diferencia entre géneros artísticos, tal y como proclamaba Brossa1, diciendo de ellos que son medios diferentes de expresar una realidad idéntica, lados de una pirámide que coinciden en el punto más alto.
Imaginen2, tal vez, una forma de arte integrada por un 10% de música, un 25% de arquitectura, un 12% de poesía, un 18% de manufactura de zapatos, un 30% de pintura y un 5% de olor. ¿Cómo sería? ¿Cómo se haría? Se trata de un experimento mental que genera resultados interesantes y son precisamente pensamientos como éste los que han dado lugar a algunas de las creaciones más relevantes de nuestro tiempo.
En definitiva, el objetivo no consiste en borrar fronteras que no existen, sino descubrir que toda persona puede ser un artista, como ya afirmó Beuys, y que lo que queda es explorar las posibilidades expresivas, poéticas y sugerentes de nuestro entorno, de nuestra cotidianeidad; sensibilizar al público (y al artista- performer) para experimentar de una forma nueva la realidad y, quizás, desde ese nuevo enfoque, crecer y cambiar el mundo.