lunes, 6 de diciembre de 2010

Una propuesta anti-neurosis: Pipilotti Rist y la alegría de lo sencillo

Por Esther Marín Ramos (Para Speculum. Revista del Aula de Psicodrama. Psicodrama y grupos, nº 0 prox. Enero-Febrero 2011)

La videoartista suiza pasea por los festivales de cine europeos su primer largometraje, Pepperminta -2009-, el cuento de una heroína que usa la fantasía y los colores para superar el miedo. Sus instalaciones, obras en video y perfomances  han recorrido las salas de los mejores museos de arte contemporáneo del mundo proponiendo un concepto de arte terapeútico como expresión subersiva . El año pasado estuvo con su obra Pour Your Body Out -Desahoga tu cuerpo- en el Museo de Arte Moderno de Nueva York  -MOMA-, y este verano pudimos ver varias de sus espectaculares instalaciones en el Miró de Barcelona.

Pipillotti Rist.

Todos recordamos las aventuras de  Pippi Langstrump  o Pipi Calzaslargas -Lindgren: 1945-, personaje del que muchas de nosotras obtuvimos un modelo de heroína-niña liberado de clichés tradicionales, que jugaba y se divertía sin normas ni remilgos y que jamás… se quedó mirando tras la ventana, escondida en la pasividad del fatasme[i]. De este personaje y el espíritu de su autora, la también sueca Astrid Lindgren, obtuvo Pipillotti su nombre artístico y el de su película: Pepperminta[ii], que fue presentada el año pasado en la 66 Biennale de Filmes de Venecia, en la categoría Horizontes.
Convertir el pensamiento en acción, comunicación, juego,  fue el mensaje liberador que nos dejó la pelirroja Pipi y la clave de la obra de Rist, consciente de su capacidad terapeútica[iii]. Como en esta propuesta artística, la terapia psicodramática viene a proponer al psicoanálisis tradicional una coherencia que este no posee, y es que el deseo se juegue[iv] no limitado a la palabra racional alejada de su contexto, sino en el ámbito que le es propio al juego: el marco situacional, la acción, la representación empírica que libera del ámbito fantasmagórico en que el paciente es sólo paciente, no agente de su comportamiento, escapando de su enfrentamiento a la castración o falta.

Contra histerias y envidias de pene.
Considerada una de las más destacadas representantes de las ‘Girls Power’ por la introducción de contenidos feministas en sus creaciones audiovisuales, Pipillotti Rist en este su primer largo se rebela ante prejuicios que siguen manteniéndose en las sociedades modernas actuales y que contribuyen a reforzar el disfraz femenino[v] que oculta a la mujer reprimida, envidiosa del falo-poder masculino y consecuentemente histérica, que sirvió de modelo a Freud en sus primeros estudios[vi]. Una gota de sangre del ciclo menstrual en la mezcla de los colores que usa Pepperminta la hace a ella y a su equipo invulnerable, ante lo que Rist aboga: Cuando nos cortamos un dedo, nos chupamos la sangre, entonces, ¿por qué la sangre menstrual es “inchupable”'? ¿Porqué no hay una fiesta cuando una chica tiene su periodo? o ¿por qué nadie camina con un tampón en la mano? Detrás de este comportamiento se esconde un sistema completo de valores que simbolizan profundamente las relaciones de poder en nuestra sociedad[vii].


Frente al convencionalismo del desencanto
La ruptura de los convecionalismos es una constante en la forma y el mensaje de la película como lo es de toda de la obra de Pipillotti , pero la autora matiza que no se opone a ellos:  Son mi campo de investigación. Analizo cuáles son necesarios para protegernos los unos de los otros, o los que sirven para sobrevivir, o para establecer una cierta calma y orden en nuestra vida. Pero a veces seguimos algunos convencionalismos sólo porque no tenemos ni tiempo ni ganas ni fantasía para romperlos, o a veces sólo por miedo.
Y es que la obra de Rist resulta subversiva precisamente porque actua contra el convencionalismo artístico del desencanto o la mirada escéptica en la que parecía habernos anclado la cultura postmoderna.  Además, su concepción terapéutica resulta rompedora en un ámbito, el del arte, que ha querido generalmente mantenerse lejos de su función social: Decidí que mi trabajo debía dar esperanza, aunque sin ignorar el dolor, la melancolía y el miedo[viii].
La artista suiza no ha transcendido a los círculos de arte por sus líneas feministas, ni por sus graciosas propuestas. Lejos de la expresión gozosa que el psicodrama freudiano trata de evitar en cuanto que sirve al paciente de justificación para su renuncia al deseo o a su insaciabilidad histérica, el valor de la propuesta de Pipilotti reside en la incomodidad de una mirada que destapa tabúes, ideas que todavía nuestro sistema de valores mantiene veladas -con mayor o menor incosciencia-, mensajes que nos siguen avergonzando irracionalmente, en las actuales sociedades modernas. Esos tabúes se encuentran instalados en los hábitos más sencillos y cercanos, escapando a nuestros ojos, como la pared en la que se cuelga un cuadro,  y Pipilotti ha sabido reconocer su importancia simbólica en nuestras vidas. En las sociedades racionales de la modernidad, las sociedades que miran todo a través de ventanas, de las ventanas que nos distancian de lo próximo, de las ventanas del aislamiento neurótico tras las que nos reservamos por miedo al deseo, tras las ventanas de las mil pantallas a través de las cuales algunos se obcecan en no vivir, que no son menos parecidas a las ventanas de la ficción madambovairesca, de la moral judeocristiana, o en general de las convenciones que tememos romper a pesar de resultar incompatibles con nuestras necesidades reales, tras las que nos escondemos. Pipilloti, nos empuja a jugar, grita para sacarnos al patio, y que no escondamos nuestro sudor, nuestros mocos, ni nuestro sexo, y nos conecta con el mundo natural y sensorial en que cobramos por fin… Realidad[ix].


Otras se van…
El arte como forma de terapia de Louise Bourgeois (1911-2010).

Hace pocos meses nos dejaba una de las más grandes maestras del arte contemporáneo, Louise Bourgeois (1911-2010), cuya obra ha triunfado, sin embargo, casi a la par que la de la joven artista sueca Pipillotti. Y es que a pesar de la intensa y original actividad artística de Louise Bourgeois, su reconocimiento oficial por parte de las instituciones llegó relativamente tarde[x]. Frente a la efervescencia Pipillotiana el nombre de Bourgeois no alcanzó popularidad hasta una edad avanzada, que se refleja en la imagen que nos queda de la autora tras su muerte, mostrando una curiosa relación con una de sus obras más emblemáticas: la esperante araña expuesta a las puertas del Museo Guggenheim de Bilbao, denominada “Mamá” -véase en la imagen de abajo-.

Maman, 1999

Reproches a Freud y Lacan
En su libro Destrucción del padre/Reconstrucción del padre[xi], realizado un año después de la muerte de su marido, Bourgeois explica su proceso creativo y revela que concibió su obra como una forma de saldar viejas deudas, representando a través del arte cada uno de los silenciosos lastres que la traumatizaron, recabando hasta el fondo de su historia personal. Su objetivo, según ella comentó siempre,  y en común con Pipilotti Rist: exorcizar el miedo, una suerte de thérapeutique, crear como única forma de liberación de un pasado inaceptable, conformando el tema central de su obra.

Arco de la histeria, 1993.

Bourgeois estudió el psicoanálisis para más tarde reprochar, tanto a Freud como a Lacan, no ofrecer salidas al tormento[xii]. Decepcionada de la teoría, con su obra, optó por sublimar el dolor experimentado en su educación a través de la figura de su madre, una mujer marginada por su marido, esperante y depresiva. A la envidia de pene respondió forjando su propio sustituto, directamente a través de sus creaciones -véase la obra Filette, 1968-, convirtiéndose en el hombre que él quiso: Tenía la sensación de que la escena artística pertenecía a los hombres y que yo estaba, en cierto sentido, invadiendo sus dominios, comentaba la autora. A veces fusiono la imaginería masculina con la femenina y hago pechos fálicos. Mi escultura de mármol, Mujer cuchillo, engloba la polaridad de la mujer. ¿Por qué las mujeres se convierten en cuchillos? No nacieron como tales, se las hizo así a través del miedo. En este trabajo, la mujer es una figura defensiva. Para defenderse se identifica con el pene, trata de tomar la misma arma del agresor[xiii].


Louis Bourgeios con su obra Fillette, 1968

Unas se van y otras vienen. Y resulta inmenso y estimulante contemplar el cambio que se refleja entre las obras de Bourgeois, cuyo referente femenino encajaba a la perfección en la dama frustrada y envidiosa de los primeros estudios freudianos, y las instalaciones y audiovisuales de la esperanzadora Pipillotti,  que tuvo la suerte de crecer en una sociedad mucho más compleja capaz de conceder un espacio al disfrute de la mujer donde antes sólo había ahogo.


[i] “La neurosis se conforma, por regla general, con evitar el fragmento de realidad correspondiente y protegerse del encuentro con él (…).De este mundo de fantasía toma la neurosis el material para sus neoformaciones de deseo (…). Apenas cabe dudar de que el mundo de la fantasía desempeña en la psicosis el mismo papel”, en Freud, Sigmund (1924): La pérdida de realidad en la neurosis y la psicosis, 1974, vol. 7, p. 274-281. También dice Freud sobre el caso Dora: “Cuando encuentran en la realidad aquello mismo que más intensamente desean en su fantasía, huyen presurosamente de ello, entregándose con tanto mayor abandono a sus fantasías”, en Freud, Sigmund(1905) Análisis fragmentario de una histeria (Caso Dora). T.I., Madrid: Biblioteca Nueva, 1973, p. 995.
[ii] El nombre completo de Pippi Langstrumpf,  es Pippilotta Viktualia Rollgardina Pepperminta Ephraims, hija del pirata rey de los congoleses, Efraïm Brindacier…
[iii] Sesé, Teresa: “El arte terapéutico de Pipilotti Rist”, en La Vanguardia, sec. Cultura, 8 de Julio 2010, p. 32.
[iv] Lemoine, Gennie: “El juego en psicodrama”, en Cuadernos de Psicodrama, 1, Abril-Junio, 1984, p. 1.
[v] Lemoine, G. y P (1980).  Teoría del psicodrama. Barcelona: Gedisa, p.p. 85-120.
[vi] Freud, Sigmund(1905) Análisis fragmentario de una histeria (Caso Dora). T.I., Madrid: Biblioteca Nueva, 1973, pp. 933-1002.
[vii] Entrevista en red: http://www.swissinfo.ch/spa/Portada/Actualidad/Pipilotti_Rist:_Pepperminta,_mi_modelo_a_seguir.html?cid=801406
[viii] En reportaje en El pais.com (18.12.2005). La subversiva Pipillotti, en red: http://www.elpais.com/articulo/portada/subversiva/Pipilotti/elpeputec/20051218elpepspor_12/Tes
[ix] Véase la relación del este aspecto de la obra de Pipillotti con el juego base del psicodrama y su capacidad para “realizar” aquello que se encuentra en suspenso actuando como un peso que nos penduléa interiormente mientras permanece oculto a nuestra consciencia. La Acción de lo Real, la palabra real, la interacción in situ, el juego como fuerza ya no tanto de razón, sino de vida.
[x] Hasta que en 1982 El MOMA -Museo de Arte Moderno de Nueva York- organizara una retrospectiva de su obra en el 1982 no accedería al reconocimiento popular, mientras que entre el 2007 y 2008 lo hicieron también la Tate Modern Gallery de Londres y el Centro Pompidou de París.
[xi] BOURGEOIS, Louise. Destrucción del padre/reconstrucción del padre, Editorial Síntesis, Madrid, 2002
[xii] “Breton, Lacan y Freud me decepcionaron. Prometieron la verdad y sólo aportaron teorías. Eran como mi padre: prometía mucho y hacía muy poco." en Op. cit. Idem d.a.
[xiii] 0p.cit. Idem d.a.


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