lunes, 15 de marzo de 2010

Experimento Imagin-a VI: Petición y demanda

El psicoanálisis establece una clara diferencia entre estos dos conceptos. La demanda es una expresión inconsciente del deseo que no tiene límite, siempre se encuentra más allá de la petición. Es lo que se expresa o se pide al otro sin tenerlo en cuenta, sin empatizar con sus necesidades . Está relacionado con el capricho. La petición, en cambio, está relacionada con la sublimación del deseo, es decir, cuando con mi expresión convierto mi deseo en algo capaz de tener un espacio en el Otro, capaz de ser reconocido y valorado socialmente, fuera de mí.
La demanda exige sometimiento, no obediencia (Cyrulnik, 2009, p.138) y nunca debe ser satisfecha. Al concederla (bien sea al otro o a nosotros mismos) nos despersonalizamos, y evitamos al otro que nos tenga en cuenta, pero al perder nuestra entidad nunca vamos a saciarla. Para el que la realiza, la demanda nunca será suficiente, su deseo queda suspendido en la falta de alteridad (al otro lado no hay nadie, sólo un espantapájaros, dice Cyrulnik). En cuanto a la creatividad, por tanto, la demanda afecta obturando el deseo, lo colapsa, la persona se angustia, no sabe lo que pedir, hacia dónde dirigir su acción,  no sabe lo que necesita, y la creatividad se bloquea.
En la petición, el mensaje, la expresión del deseo está limitada claramente, en las necesidades del otro, la falta se sublima, produce Otra cosa que viene en el lugar de la Cosa, algo que hace presente la ausencia de objeto faltante, al tiempo que paraliza su búsqueda incesantemente en el Otro. El deseo en este punto está fluyendo y es el motor que lleva a la creación.
Toda creación es un deseo sublimado, y la verdadera sublimación no implica a la demanda sino al deseo.
La misma dualidad la componen el concepto de goce y placer propuestos por Lacan. La satisfacción de demanda da lugar al goce, donde el individuo se estanca, pierde su libertad. Mientras que la realización de la petición, el acto de sublimación, conduce al placer, que es liberador.
El placer sólo se encuentra en la creación sublimada, nunca creando en lo real, es decir, nunca tratando de buscarla fuera, sino cuando somos capaces de convertirla en una propuesta, en algo que sale de uno mismo hacia fuera.

(El análisis fílmico de Chèri y Nine anteriormente expuesto, puede aportar más pistas a la clarificación de estos conceptos)



Bibliografía de referencia:
-         Freud, S., Obras Completas, Tomo 14, Pulsiones y destinos de pulsión (1915), Amorrortu, Bs. As., Argentina, 1988.
-         Lacan, J., El Seminario 7 (1989), Paidós, Bs. As., Argentina, 2000

2 comentarios:

  1. Ya lo tengo todo preparado...

    Es más lo plasmaré por escrito para que no se me olvide comentar nada y concretar y sintetizar mi exposición... sobre todo porque, obviamente, estará sujeta a coincidir con mi punto de vista. Suele suceder, en el cine, que cuando uno ve plagio otros ven homenaje y viceversa, por lo que trataré de encontrar ejemplos de plagio y homenaje en un mismo cineasta, para poder justificar completamente mi punto de vista.

    Pido la vez!!!!

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  2. ...mmmm... pero trata de hacerte lo que puedas con el concepto... y ser conciso... que te conozco... un beso

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